Monday, September 30, 2013

A 40 años. VELOS Y DISFRACES ( y II)

En el 40 aniversario, espacios de televisión se permitieron mostrar sensibilidades profundas que circulan por la sociedad chilena. Caen más velos de una dictadura cruel y se encogen los disfraces de una democracia amañada. Un movimiento social ha cambiado el clima complaciente con la barbarie y el cinismo. Propone poner sobre la mesa unas páginas en blanco donde escribir una Constitución. La formalización del fin de un poder impuesto por civiles y militares que hace 40 años irrumpieron a sangre y fuego.  

la presencia viva del pasado

Qué sensaciones habrá suscitado en centenares de miles de chilenos la narración discurrida por la mirada de Andrés Wood en "Ecos del Desierto", por las pantallas de Chilevisión. Una descripción que descubre "la banalidad del mal" (Hanna Arendt) de los tiempos de la dictadura, representada en esta película en el general (R) de Ejército, Sergio Arellano Stark, que ante la evidencia niega toda responsabilidad de sus actos criminales.

40 años después los "ecos" de ese mal -definido por la filósofa alemana- siguen escuchándose, ahora en la voz del general (R) Ejército, Manuel Contreras, que rechazó con rotundidad, en una reciente entrevista de la CNN Chile, las conductas criminales del personal civil y militar de la Dina a su cargo entre 1973 y 1977.    

En el aniversario del golpe cívico-militar, por la televisión asomó la presencia viva del pasado. Ambos generales retirados, en "misiones de guerra" ordenadas por el jefe de la Junta Militar de Gobierno y Comandante jefe del Ejército, general Augusto Pinochet, continúan con sus grados militares intactos, incluso en el caso de Contreras gozando de privilegios al cumplir penas en cárceles especiales.

los silencios de Cheyre lo dejaron sin salida

Cómo imaginarían los chilenos -que vieron "Ecos  del Desierto" y al ex jefe de la DINA- la reacción que suscitaría en oficiales y soldados del Ejército al ver estas dos piezas televisivas.  Sería sugerente que la película de Wood fuese motivo de un debate como el sostenido por Ernesto Lejderman y el  general (R) de Ejército, Juan Emilio Cheyre en el programa El Informante de TVN.

Cheyre, que intentó restablecer una imagen decente de la institución, cayó en desgracia luego que Carlos Peña, columnista de El Mercurio, cuestionara el valor del militar ante su silencio mantenido por años de hechos repugnantes cuando era ayudante del coronel (R) Ariosto Lastopol, jefe del regimiento Arica de La Serena en 1973. 



En la televisión, el general retirado, incómodo, no supo explicarse en forma convincente y se refugió en el tópico que "nada sabía" de lo sucedido con los padres del niño Lejderman, asesinados por una patrulla del regimiento, mientras horas después Cheyre entregaba al menor de la pareja asesinada en custodia en una casa de religiosas. 

Cheyre se aferró a "su ingenuidad", de haber creído por más de 20 años la "versión oficial" que los padres de Ernesto "se habían dinamitado". En el mismo programa el general afirmó que se había enterado del informe Rettig años después de su publicación (1991), porque el Ejército de Pinochet lo había rechazado.

No cambió de actitud el adulto coronel de 45 años a la del jóven teniente de 26 años: siguió la guía de "la única verdad", la de sus superiores en el Ejército. Las explicaciones del silencio del general retirado de ignorar por décadas las conductas delictuales en su institución no son creíbles y se parecen mucho a las estrategias de defensa que establecen los presuntos criminales sentados ante un juez.

por un instante, más libertad y creatividad

La reflexión crítica sobre las conductas del poder, la creación y narración sobre episodios reales y la conducción periodística de debates  con protagonistas (no representantes políticos ni personajes mediáticos) por televisión, han sido opciones, en este 40 aniversario, que han producido atención en la audiencia, interesada en conocer y formarse una opinión propia sobre la presencia ineludible del pasado.

Por un instante, espacios de televisión han mostrado las potencialidades del ejercicio de la libertad, alejándose del cálculo temeroso y de la creatividad, escapando a la monótona retórica declarativa y de la banalidad farandulera.

Así y todo, la televisión chilena le debe a la sociedad "La batalla de Chile" de Patricio Guzmán, y "El diario de Agustín" de Ignacio Agüero, quizás para el 50 aniversario, o... el próximo año.     

Monday, September 23, 2013

A 40 años. VELOS Y DISFRACES (I)

El aniversario 40 del golpe cívico-militar, que dio origen a la dictadura de Pinochet apoyada por las FFAA junto a la derecha política y económica, corrió velos y disfraces de instituciones y personas que disimulaban conductas comprometedoras. La Corte Suprema decide transparentar su verdad y la derecha política persiste en su disfraz que oculta la propia

tras acciones y omisiones, más justicia

Lo más asombroso fue la coral de los 14 ministros de la Corte Suprema que reconoció la gravedad “de acciones y omisiones” de la Corte Suprema durante la dictadura. Los ministros  afirman que el Poder Judicial no garantizó los derechos fundamentales de los chilenos “lo que derivó en la muerte de muchos de ellos, su desaparición forzosa, detenciones irregulares y torturas, entre otros atropellos”.

Corte Suprema reconoce que denegó justicia a chilenos en la dictadura de Pinochet

Los ministros no sólo admiten la colaboración de sus antecesores con la dictadura de Pinochet, sino también la definen como un régimen que “violentó las garantías fundamentales de los ciudadanos”. 

A 40 años, la voz unánime de la Corte Suprema converge con el pensamiento de la mayoría de los chilenos expresado hace 25 años -el 5 de octubre de 1988- y con la comunidad internacional que condenó siempre la dictadura por las transgresiones sistemáticas de los derechos humanos de los chilenos. 

La Corte Suprema confiesa haber incurrido en denegación de justicia (7.000 recursos de amparo rechazó hasta 1978, señala el abogado Roberto Garretón en La Conjura, 2013, de Mónica González, p.487) y se compromete a acelerar las causas abiertas (1.100, según Amnistía Internacional) con la dedicación exclusiva de 7ministros a partir del 1 de octubre.

tras complicidad de UDI y RN, impunidad  

La opción del Poder Judicial de reconocimiento y corrección es cualitativamente diferente a la de “cómplices civiles”, expresión del Presidente Piñera en alusión, entre otros, a políticos de la UDI y RN que apoyaron y participaron en la dictadura.

A 40 años, algunos de éstos -los menos- modelan perdones genéricos, vacíos de compromiso, intentando así “pasar página”, en vez de jugárselas por participar en iniciativas concretas que conduzcan  a conseguir más verdad y más justicia.

Otros, -los más- rechazan responsabilidades políticas con los crímenes, sea intentando empatar lo acontecido durante la dictadura con lo ocurrido durante la Unidad Popular e incluso con el periodo democratacristiano, o diciendo que los crímenes fueron producto de excesos de individuos y no de una política de Estado.

Los políticos de la UDI y RN no sólo se desentienden de los crímenes  de la dictadura, cometidos por mandos de las fuerzas armadas y carabineros, por una parte, y por civiles y militares de la DINA, la CNI y Comandos especiales, por otra, sino que apoyaron sin reservas su ideario votando a favor de Pinochet en 1988.

De acuerdo a los informes Rettig y Valech y  especialmente a los antecedentes contenidos en procesos y sentencias judiciales de los Tribunales, ¿la UDI y RN estarían en condiciones de promover la derogación de la ley de Amnistía de 1978 y así sintonizar con la voluntad de la Corte Suprema de hacer justicia y de la ciudadanía que demanda más verdad y más justicia?

El Poder Judicial ha saldado su deuda con los ciudadanos y promete hacer justicia. El poder político de la derecha  persiste en gesticular, no demuestra cualidad democrática ni acaba en condenar la política de la dictadura de violaciones de derechos humanos. Tampoco se compromete con los mismos procurando más verdad sobre los crímenes y más justicia sobre los responsables de haberlos ordenado y cometido.

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