Monday, May 20, 2013

¿QUIÉNES SON LOS QUE CENSURAN "EL DIARIO DE AGUSTÍN"?

La censura de la televisión abierta se resiste. Los canales, en forma discrecional, no dan explicaciones. Así se actuaba durante la dictadura milita. No aceptan exhibir El Diario de Agustín. Pero, su director, el cineasta Ignacio Agüero no pierde la paciencia. Y  predice: seguirá siendo noticia, porque los censores no quedarán impunes y el veto de la televisión en abierto cederá. Al menos, la comisión de DDHH de la Cámara de Diputados abre una investigación.   
  
5 años “en cartelera”

A cinco años de su estreno (2008), El Diario de Agustín se mantiene “en cartelera”. Es el documental más visto entre los ocho más destacados de Agüero y al mismo tiempo la producción cinematográfica más censurada en Chile, en particular, aunque no exclusivamente, por la televisión chilena.

Al año siguiente de su aparición, en 2009, El Diario de Agustín recibió el primer empellón. La Universidad Católica, sede y auspiciadora del Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOC), a pocos días de su inauguración, presionó a los directivos del Festival a que reemplazarán el film que abría el evento.

Los directivos del Festival no aceptaron y El Diario de Agustín pudo “leerse en la pantalla”. La Universidad sólo quitó su marca de promoción para ese día. Así como en 1967, los estudiantes de la Universidad Católica colgaron el cartel “El Mercurio miente” en el frontis del edificio, ahora se proyectaba, en la misma Universidad, lo que El Mercurio hizo los 40 años siguientes.

Los censuradores

Pero eso –exhibirla- parece insoportable para los funcionarios -ejecutivos del establishment político-financiero-mediático.

En enero pasado, el director de Televisión Nacional, Mauro Valdés, rompió unilateralmente el contrato (de mayo de 2010), a pesar que la película estuvo tres veces en la programación nacional y otras tres en la señal internacional, pero en forma inexplicable nunca se proyectó.  La decisión del director fue avalada por el directorio del canal público, donde está representado todo el espectro político parlamentario chileno. 

En marzo pasado, el director del Museo de la Memoria, Ricardo Brodsky, desbarató, dos días antes, la realización de un debate sobre la censura a la película  sin dar argumentos. En la mesa participarían dos ex miembros del directorio de TVN, Francisco Vidal y Faride Zerán y el dirigente juvenil, Giorgio Jackson.

En abril, el empresario del canal ARTV, Luis Venegas incumplió un convenio de cesión de derechos y quitó la película, la última que exhibiría el canal dentro de un ciclo de documentales de Agüero. Tampoco hubo explicaciones.

La fuente exclusiva de El Diario de Agustín Edwards era la DINA de Manuel Contreras
  
Edwards,  observa

Mientras tanto, Agustín Edwards observa impasible. El censurador es un alto funcionario, señala Agüero. Para éstos, el objetivo número uno es mantener su cargo –público en muchos casos- y cuando lo dejen, puedan conseguir uno nuevo sin que nadie pueda evitarlo. Por eso sus decisiones no pueden contrariar a los poderosos, porque éstos con sus redes sí que podrían frustrar sus ambiciones.

Agüero cuestiona la falta de ética de esos funcionarios que en virtud de mantener un status,  son cómplices de los crímenes de la Dina que, como documenta El Diario de Agustín, El Mercurio justificó y avaló. La censura silencia, oculta: “yo no quiero que esto se vea”. Por eso es gravísima la censura, concluye el cineasta.

Los partidos, callan

En Chile, la película tiene eco, pero disperso. Los apoyos corporativos son escasos. Recién, la  Asociación de Documentalistas de Chile (ADOC) la ha respaldado y procurado la adhesión de festivales y entidades culturales internacionales.

Ningún partido político, de derecha, centro e izquierda se inquieta por la extendida censura  que ejerce el poder mediático público y privado y que transgrede los derechos ciudadanos de recibir informaciones y opiniones de diferentes procedencias. Ninguna palabra, callan.

Por sobre estas responsabilidades, pareciera que prevalece, como en el caso de los funcionarios que censuran, la idea extendida de que es mejor estar bien con El Mercurio de Agustín Edwards  que a través de sus páginas es el que legitima a toda la clase política chilena.     

Sin embargo, la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, presidida por la diputada Ximena Vidal (PPD), sí que ha tomado la iniciativa Tras citar al director y productor de El Diario de Agustín, la comisión acordó citar al Presidente del Directorio de TVN o a su Director, al Presidente del Colegio de Periodistas y propondrá que la película se exhiba en el Parlamento ante diputados y senadores y éstos puedan conversar con los realizadores.

El interés en Chile…

La resistencia de la televisión pública y privada chilena choca con el interés del público. Una muestra elocuente de como los ciudadanos están lejos y contradicen al establishment chileno. 17 mil personas asistieron a los cines Alameda y Normandie durante seis meses. El semanario The Clínic vendió 6 mil copias en DVD. La película expuesta en You Tube y distribuida masivamente en DVDs “piratas” dificulta medir su gran impacto.

Un documental visto desde Arica a Magallanes a través de canales alternativos: desde salas de cines, aulas universitarias, centros comunitarios, requerido muy especialmente por jóvenes que llenan espacios culturales.

…y en el mundo

También El Diario de Agustín impacta en auditorios internacionales. En las televisiones públicas de todos los países ibero-americanos se ha proyectado, excepto Chile.

La última experiencia fue en la primera quincena de mayo en la Filmehaus de Saarbrücken (Alemania). Un público de alemanes, chileno-, alemanes y chilenos, sorprendido con el contenido político de El Diario permaneció en la sala durante más de una hora. El relato y las imágenes de El Diario les provocaban una serie de preguntas nuevas e inquietantes sobre la idea que tenían del Chile democrático.   

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